El cloro es un elemento importante para el control de los gérmenes en las piscinas al que se atribuye el picor o escozor en la piel y los ojos. No obstante, esto no es del todo cierto, por eso en este artículo te damos 5 pautas con las que podrás evitar las irritaciones este verano.

En verdad estor picores los suelen provocar el sudor corporal y la orina, que al entrar en contacto con el cloro provocan estas reacciones.

¿Qué hábitos me pueden ayudar?

1. Ducharse antes y después.

Los gérmenes se adhieren a nosotros mientras nos bañamos en la piscina, por ese motivo, para evitar que nuestro cuerpo se convierta en su hábitat debemos eliminarlos duchándonos con agua y jabón antes y después de sumergirnos.

2. Lavar nuestras toallas.

Es importante lavar las toallas a menudo con tal de evitar que la humedad y los gérmenes se acumulen en ellas. Podemos también guardarlas en colgadores o taquillas para evitar posibles contagios.

3. Usar sandalias o peúcos para desplazarnos.

Los entornos húmedos propician la reproducción de gérmenes y estos se quedan en los bordes y suelo de la piscina. Debido a esto, movernos con peúcos o sandalias nos protege de los hongos de los pies. 

4. Mantener una buena higiene y cuidado personal.

Es importante recordar no bañarnos sin habernos aseado, evitar tragar agua y educar a los niños en estos aspectos. Tampoco hay que dejar que orinen en la piscina, ya que este es uno de los focos principales de los gérmenes.

5. Usar soluciones hidroalcohólicas.

Las soluciones hidroalcohólicas no reemplazan el lavado con agua y jabón, pero son una buena opción para mantener la higiene y salubridad en la piscina.